La variabilidad cultural existente en el mundo conlleva que para
situaciones similares nos comportemos de forma distinta, dependiendo de la
cultura en la que vivamos. Los psicólogos sociales, para estudiar estas
diferencias, han propuesto una serie de dimensiones,
que son conjuntos de características subjetivas compartidas por los miembros de
cada cultura, y que varían en un continuo entre dos polos, es decir, en una
escala cuantitativa, del “todo”, o
“siempre” al “nada”, o “nunca”, por ejemplo.
El psicólogo Geert Hofstede diseñó un modelo para explicar la variabilidad del comportamiento en las distintas culturas. El estudio de Hofstede (1980) se realizó mediante encuestas realizadas a empleados de la multinacional IBM en 40 paises, entre los años 1967 y 1973. El modelo constaba de cinco dimensiones: distanciamiento al poder, masculinidad-feminidad, evasión de la incertidumbre y orientación a largo plazo-corto plazo, y la
dimensión individualismo-colectivismo, que servían
para determinar el grado de relación del individuo con el grupo al que
pertenece.
Respecto a esta última dimensión, referida al grado en el cual una sociedad valora los objetivos personales, la autonomía y privacidad sobre la lealtad al grupo, el compromiso con las normas sociales y la cohesividad social, los individualistas están menos unidos entre los integrantes del grupo al que pertenecen, miran más por sí mismos y sus familias, prevalecen sus intereses individuales, valoran el éxito personal, la libertad y la autonomía. Los colectivistas, por el contrario, se integran más en su grupo, los intereses colectivos priman sobre los individuales, valoran la seguridad coleciva, la jerarquía y las relaciones con los demás, la comunicación y el contacto es más profundo, también hay más colaboración y sentimiento de pertenencia al grupo.
Respecto a esta última dimensión, referida al grado en el cual una sociedad valora los objetivos personales, la autonomía y privacidad sobre la lealtad al grupo, el compromiso con las normas sociales y la cohesividad social, los individualistas están menos unidos entre los integrantes del grupo al que pertenecen, miran más por sí mismos y sus familias, prevalecen sus intereses individuales, valoran el éxito personal, la libertad y la autonomía. Los colectivistas, por el contrario, se integran más en su grupo, los intereses colectivos priman sobre los individuales, valoran la seguridad coleciva, la jerarquía y las relaciones con los demás, la comunicación y el contacto es más profundo, también hay más colaboración y sentimiento de pertenencia al grupo.
Países situados en el extremo colectivista serían
Turquía, Grecia, los países africanos, China y la mayoría de Sudamérica. Países
individualistas extremos serían EE.UU, Australia, Canadá e Inglaterra, España
estaría en una posición intermedia, al igual que Argentina, India, paises
europeos, entre otros.
Así, en los países individualistas es frecuente el sesgo de
egocentrismo, explican sus éxitos a su capacidad y los malos resultados a
causas externas, como la mala suerte o la situación. En los países
colectivistas, al contrario, incurren en el sesgo de modestia, atribuyendo los
buenos resultados a causas externas y los fracasos a causas internas
(personales).
Revisiones posteriores confirmaron que las dimensiones no son estáticas, sino que variables económicas, geográficas (p.e.clima) y demográficas (p.e. tamaño de la población) pueden variar la distancia cultural entre los países.Síguenos en
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