El trastorno obsesivo compulsivo se encuadra dentro de los trastornos de la ansiedad, y tiene una prevalencia (que es la probabilidad de padecerla, no el porcentaje que la padece, que es distinto) de un 2,5 % de la población total. Es el trastorno que, por ejemplo tenía Jack Nicholson en la gran película Mejor... imposible, una película para disfrutarla, aunque hay que tener en cuenta que no todos los aspectos de la personalidad del protagonista se pueden considerar como aspectos de este trastorno, es sólo parte de su personalidad. El TOC es
una trastorno en el que se dan obsesiones y compulsiones. Se definen las primeras (según el DSM_IV,
sistema de clasificación de trastornos mentales) como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se interpretatn como intrusivos e
inapropiados, que causan marcada ansiedad o malestar. No son simplemente
preocupaciones excesivas de problemas cotidianos. La persona intenta ignorar o
suprimir esos pensamientos o impulsos o neutralizarlos con otro pensamiento y reconoce
que son un producto de su propia mente, aunque últimamente se piensa que,
por el cansancio, con el paso del tiempo los pacientes empiezan a mostrar poca
o nula resistencia. Unos lo incluyen dentro de la neurosis,
como la más marginal de éstas. Otros lo posicionan cerca de la psicosis porque
los psicopatólogos clásicos hablaban de
ella en términos de locura, por lo absurdas y carentes de sentido que resultan
muchas percepciones obsesivas. Barlow
lo considera como la culminación devastadora de las manifestaciones más
intensas de trastornos emocionales. En
las obsesiones el paciente lo evidencia como algo que invade su conciencia, no
voluntariamente. no lo ve como algo externo, sino que reconoce que se trata de
su propio pensamiento. Las compulsiones son conductas o acciones mentales, no
es placentera ni da lugar a alguna actividad útil, se plantea para prevenir un
desastre o un daño. La persona aun reconociendo su irracionalidad tiene la
urgente necesidad de realizar la compulsión, no es una conducta automática, ni
es feliz al tener que realizarla.
Hay evidencia empírica (Hembree y
cols, 1994) de que la obsesión produce malestar y de que la conducta
compulsiva, en principio, sirve para reducir la ansiedad, éstas neutralizan a
las primeras. Aunque también a veces cada una se da sin la presencia de la
otra.
Algunos
acontecimientos mentales funcionan como compulsiones encubiertas y se entienden
como rituales compulsivos y hay un continuo, algunos pacientes pensarán que sus síntomas
son totalmente irracionales, otros no estarán tan convencidos de tal
irracionalidad y a otros les resultarán lógicos y razonables.
Una de las muchas clasificación que
hay es la de De Silva y Rachman,1992.
-Comp. de limpieza/lavado. (Lavarse
las manos continuamente)
-Comp. de comprobación. (abrir y
cerrar puertas).
-Otro tipo de compulsiones
manifiestas. Para evitar el malestar o ansiedad que les produciría si no lo
hicieran.
-Obsesiones no acompañadas por
conducta compulsiva.
-Lentitud obsesiva primaria. Se
realizan actividades cotidianas muy lentamente, como comer, bañarse, con muchas
repeticiones.
Posibles
causas del TOC:
Los primeros modelos fueron
psicoanalíticos, y biológicos, seguidos de los
comportamentales-cognitivos, que son los que más explicaciones han
ofrecido: las respuestas de escape o evitación son reforzadas negativamente por
su capacidad para reducir la ansiedad. Estas respuestas toman la forma de
compulsiones o rituales y se mantienen precisamente porque reducen la ansiedad.
(se tiene una obsesión por una cosa, que hace que tengamos la urgente necesidad
de hacer algo para contrarrestarla, al hacerlo, disminuye la ansiedad, y esta
acción es reforzada).
En el siguiente enlace tenéis un test sobre t.o.c. de la página www.trastornoobsesivocompulsivo.org
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