Todos
los hombres son iguales.
¿EN
QUÉ SENTIDO?.
Siempre
están insistiendo en una cosa u otra.
¿PUEDE
DECIRME UN EJEMPLO CONCRETO?
Bueno,
mi novio me hizo a venir aquí.
¿SU
NOVIO LE HIZO VENIR AQUÍ?
Dice
que estoy deprimida la mayor parte del tiempo.
LAMENTO
ESCUCHAR QUE ESTÁ DEPRIMIDA.
Es
cierto, no soy feliz.
¿CREE
USTED QUE VENIR AQUÍ LA AYUDARÁ A DEJAR DE SER INFELIZ?
Estoy
segura de que necesito ayuda.
¿QUE
IMPLICARÍA QUE RECIBIERA AYUDA?
Tal
vez me llevaría mejor con mi familia.
HÁBLEME
MÁS DE SU FAMILIA.
La
ciencia cognitiva se dedica al estudio de las capacidades cognitivas o mentales
como el lenguaje, el pensamiento, el razonamiento y la resolución de problemas
desde un enfoque multidisciplinar que incluye la psicología del desarrollo, la
lingüística, la antropología, las neurociencias y la inteligencia artificial. En esta última se han desarrollado muchos modelos para imitar el procesamiento de la mente, con la premisa de que si se consigue hacer algo artificial que funcione como nuestro cerebro se sabrá como funciona éste.
Entre 1964 y 1966, el informático Joseph Weizenbaum desarrolló el programa ELIZA con el objetivo de procesar el lenguaje natural. Este programa informático simulaba ser un psicoterapeuta rogeriano realizando una terapia centrada en la persona y en la empatía entre paciente y psicólogo. Su funcionamiento era muy sencillo: cuando detectaba una palabra clave respondía con una frase que tenía almacenada en su memoria, cuando no encontraba ninguna palabra clave respondía con frases comodín o repetía lo mismo con algunos cambios como el orden de las palabras o entre signos de interrogación.
Entre 1964 y 1966, el informático Joseph Weizenbaum desarrolló el programa ELIZA con el objetivo de procesar el lenguaje natural. Este programa informático simulaba ser un psicoterapeuta rogeriano realizando una terapia centrada en la persona y en la empatía entre paciente y psicólogo. Su funcionamiento era muy sencillo: cuando detectaba una palabra clave respondía con una frase que tenía almacenada en su memoria, cuando no encontraba ninguna palabra clave respondía con frases comodín o repetía lo mismo con algunos cambios como el orden de las palabras o entre signos de interrogación.
Este
tipo de proyectos sirvieron para entender la complejidad del lenguaje humano y la dificultad de reproducirlo en la inteligencia artificial. El programa
tuvo un éxito inesperado para su creador, las personas que lo probaban se
sentían unidas al programas y mantenían largas conversaciones que incluían
confidencias, a pesar de saber que era sólo eso, un programa informático. Con
el paso de los años Weizenbaum repudió la inteligencia artificial y terminó
rechazando su uso en las máquinas, considerando que nunca alcanzarían un nivel
de razonamiento para tomar decisiones como los humanos. Llegó a decir que
internet era un "gran montón de porquería en el que pueden encontrarse
pequeñas perlas y tesoros".
A
partir de este programa se descubrió lo que se llamó el efecto Eliza, que es la
tendencia a asumir que ciertos comportamientos de las máquinas son análogos a
los comportamientos humanos a pesar de saber que no son humanos. Por ejemplo, se podría pensar que un cajero automático, cuando te da las gracias por usarlo, realmente lo siente y está expresando gratitud, cuando en realidad es una
serie de símbolos que aparecen al final del servicio ofrecido por el cajero.
Más
de uno va a padecer este efecto con la nueva aplicación del iPhone 5, SIRI, que permite hablarle al teléfono como si fuera una persona. Cómo son los de Apple...
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