La psicología estudia el razonamiento distinguiendo entre razonamiento deductivo y razonamiento inductivo. El primero es el que parte de unas premisas para alcanzar una conclusión, siendo ésta irrefutable con respecto a las primeras, un ejemplo sería “si es lunes me pongo la camisa blanca/ es lunes/ por lo que me pongo la camisa blanca”. En el segundo el argumento o la conclusión a la que se llega es sólo probable, será más o menos fiable en una determinada probabilidad. Con esta base se compara el rendimiento humano con los modelos deductivos e inductivos, encontrándose que se producen errores o sesgos como el siguiente: El problema de los taxis , de Kahneman y Tversky: En una ciudad hay dos compañías de taxis, los de color azul y los de color verde, siendo el 85% azules y el resto, un 15%, verdes. Un día hubo un accidente y el causante, que era taxista, se dio a la fuga. La policía encontró un testigo que aseguró que el taxi que provocó el accidente era verde. A este testigo se le hi