Entre los lenguajes figurativos están la metáfora, en la que se hace una comparación combinando dos conceptos relacionados para lograr un determinado efecto, por ejemplo: tus ojos son dos luceros o tus cabellos de oro -y otros piropos en desuso. Para construir una metáfora debe de haber una conexión entre las palabras claves, que no pueden ser ni demasiado parecidas ni demasiado distintas -como rubio y oro u ojos grandes y luceros.También en el humor usamos el lenguaje figurativo o abstracto para entenderlo. En el estudio de pacientes con lesiones en el hemisferio derecho se ha sabido que es éste, que en principio no se ocupa del lenguaje sino que tendría más un papel importante en las facultades viso-espacionales, holísticas, las emociones y las habilidades visuales y sonoras como las artísticas y musicales, el que se encarga de la función de comprender los sarcarmos, las metáforas y el humor, ya que estos pacientes fallan en la interpretación de señales o de las expresiones faciales.
Los psicólogos Prathiba Shammi y Donald Stuss llevaron a cabo un estudio de seguimiento en la Universidad de Toronto (1999). Midieron las reacciones de un grupo de sujetos de control a una serie de chistes verbales y no verbales. Luego tomaron las bromas que la mayoría de los sujetos habían calificado como "sin ambigüedad humorística" y las mostró a 21 pacientes que habían sufrido daños en una parte diferente de sus lóbulos frontales. Los resultados, publicados en la revista Cerebral en 1999, eran tan inequívoca como los chistes: Los pacientes que tenían dañados los lóbulos frontal derecho tenían los peores sentidos del humor. "No había ningún problema en la lógica simple," escribieron los psicólogos. "Cuando sea necesario para proporcionar una conclusión lógica de una historia no humorístico, seleccionaron correctamente el final lógico." Pero cuando se le preguntó al terminar una historia divertida, estos pacientes lo único que mostraron fue sorpresa.
La mayoría de los pacientes de Stuss y de Shammisin tenían un área dañada en el lóbulo frontal conocido como la corteza prefrontal ventral medial. Más recientemente, la misma área ocupó un lugar destacado en un estudio relacionado publicado en Nature Neuroscience por Vinod Goel y Raymond Dolan. Los investigadores tomaron 14 individuos con cerebros no deteriorados y les pidieron que escucharan una serie de bromas semánticas y fonológicas. A medida que los sujetos escucharon, sus cerebros fueron escaneados con imágenes de resonancia magnética funcional, que siguió su actividad mental. Como era de esperar, los chistes semánticos iluminaron el lóbulo temporal posterior del cerebro, donde se encuentra la red semántica, las bromas fonológicas iluminaron el lóbulo temporal derecho, donde se procesan los significados de las palabras alternativas. Pero, independientemente del tipo de broma, la corteza prefrontal ventral medial de los sujetos siempre estaba iluminada. "Si usted encuentra la broma divertida, la corteza prefrontal ventral medial se activa, y si usted no lo encuentra gracioso, no se activará", dice Goel. Y cuanto más divertido sea el chiste, mayor será la actividad.
Fuente: Wikipedia, Wireheading.com Viñeta del gran humorista gráfico Zapa en homodefectus
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