(Artículo de profesional colaborador) Hace unos días en la puerta enorme de una escuela, colegio, centro escolar como lo conozcan, estaba esperando que me abrieran para poder retirar a mis hijas a la hora de salida del turno escolar, habíamos unas diez madres afuera esperando, sonó el timbre y se escucho a los niños y niñas caminar y hablar hacia la puerta, eso es normal, lo que no era normal eran los gritos de la maestra que les decía a gritos: "Formense, escúchenme no se van si no se forman!!, se callan!!! pero están sordos!!! los gritos siguieron durante diez minutos, entre los pedidos desaforados de la docente y el habitual barullo de los niños, retardó la salida diez minutos amenazándoles que no saldrían si no se callaban, finalmente consiguió que nadie hablara, la maestra que gritaba abrió la puerta y nos brindó una mirada desafiante a las madres que creo yo también teníamos miedo que nos gritara, tomamos a nuestros hijos y salimos de ahí.
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