La tecnología se creó y se está desarrollando para ayudar al hombre, o en beneficio de este. Pero parece que no es así, al menos en la medida que nos gustaría. Yo siempre he dicho -desde que tuve los primeros teléfonos móviles, que iba cambiando cada 6 meses- que me encanta la tecnología, pero no la tecnología en sí, sino lo que puedo hacer con ella. En la última década se han afianzado grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook y Twitter y se ha estado desarrollando una exitosa tecnología que se ha enfocado más en que prestemos toda nuestra atención a sus plataformas que en solucionar problemas más globales e importantes como el cambio climático o la pobreza. Realmente no hay que culparles, son empresas y como tales sus objetivos son ganar dinero. Su modelo de negocio es tener a los usuarios enganchados a sus pantallas el mayor tiempo posible porque ganan dinero casi exclusivamente de la publicidad. Sin embargo, tras empresas como Apple, Microsoft o Samsung no lo hacen. Cuan