Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que altera la forma en que se procesa la información en nuestra mente generando distorsiones, juicios inexactos o interpretaciones fuera de lógica. Altera nuestra forma de razonar, la memoria y la manera en que percibimos el mundo (Tversky y Kahneman, 1072). El origen de los sesgos cognitivos está en un tipo de pensamiento que a veces usamos, los atajos mentales o heurísticos, que son reglas de decisión sencillas usadas para resolver problemas complejos, disminuyen la sobrecarga cognitiva pero, en contra, no son muy precisos. 4 sesgos que más nos pueden influir son los siguientes: Sesgo de arrastre . o efecto vagón, es lo que se dice subirse al carro, consiste en apoyar una causa o comprar un producto por el simple hecho de estar de moda, su popularidad hace que lo percibamos como más deseable porque nos puede dar beneficios como reconocimiento social, fama o prestigio. Sesgo de confirmación. Buscamos información que apoye nuestras ideas
Según la Psicología, son las interpretaciones que hacemos de la realidad, y no la mera realidad, lo que determinan nuestras emociones, sentimientos y en último fin nuestra conducta. Y si esa interpretación se hace de manera distorsionada, desencadenará emociones y sentimientos negativos y acciones que nos perjudicarán (desadaptativas). Las distorsiones cognitivas son deformaciones inconscientes de nuestros pensamientos, y tienen la finalidad de adaptar la realidad a nuestros esquemas mentales (patrones organizados de ideas preconcebidas, es nuestra forma particular de ver el mundo y de pensar, condiciona nuestra conducta y, lo peor, como se forman pronto son rígidos y difíciles de modificar). Así, cuando nos enfrentamos a una situación que no encaja bien con nuestros esquemas, se produce lo que se llama Disonancia Cognitiva , y para reducirla, surgen las distorsiones cognitivas. El motivo es que necesitamos ser coherentes con lo que pensamos (nuestros esquemas mentales de la realida